Cuando el abogado
preguntó por qué los beneméritos cirujanos y nano-especialistas del Instituto
de Avanzada Medicina de la
Nación se encontraban allí, encerrados como criminales, el
oficial a cargo declaró lo siguiente:
- En la noche decidieron
la empresa. Instalarían espejos, diminutos espejos, en la corteza cerebral de
los pacientes con tumores y trastornos mentales irreversibles. Pequeñas cámaras,
equipadas con micrófonos, recorrerían las galerías de cristal. Registrarían los
paisajes soñados, los sonidos de las voces del delirio, los arcanos de la
locura.
Y añadió: - la evidencia
está en sus cerebros.
El abogado tragó saliva y
evitó pensar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario