“El aire que respiro no lo
soportaría cualquiera. Las escenas que mis ojos ven no las comprendería
cualquiera. Como vivo en este momento cualquiera habría muerto, pero sigo vivo
y sé que mi sueño se cumplirá”.
Estas palabras se repetía Harley
cada día, cada mañana en la que despertaba, miraba al cielo y soñaba. Harley era un veterano errante, viajaba de
noche y día por el centro de la ciudad. Buscando un lugar donde quisieran
escuchar sus historias fantásticas y románticas. Rara la vez en que alguien
aceptaba escuchar sus historias, pero
aun así conformaba a Harley. Una expresión de asombro y una sonrisa de
satisfacción veía en aquellas personas. Un gusto total. Harley no tenía papel
ni mucho menos un lápiz para escribir sus historias. Pero su gran capacidad de
imaginación, hacía que esos mundos que creaba, hicieran parte de él. Un día
Harley se hallaba recorriendo el parque de la ciudad, con el afán de encontrar
un receptor para sus historias. De pronto, observa que en una de las tantas
bancas del parque se halla una pequeña. La cual no se veía muy feliz, incluso
de sus ojos brotaban lágrimas. Extrañado, Harley se acercó.
-- ¿Qué te pasa pequeña?-- preguntó
él veterano a la chica afligida.
-- Nada, déjame sola.
--Cuéntame lo que te inquieta. El
motivo de tu tristeza.
-- No creo que un vagabundo como tú
pueda solucionar algún problema. Lárgate, no te necesito.
-- Nunca sabrás cuanto te puede
ofrecer alguien, hasta que lo intenta. Déjame intentarlo. A la pequeña le
pareció indiscutible la frase dicha por Harley. Se volteo hacía el veterano y
con las falanges limpió las gotas de lágrimas que se hallaban en su
rostro.
--Dime que te inquieta pequeña--
Quiso saber Harley. La pequeña dudó en hablar.
-- Soy pésima. Soy pésima escribiendo
historias -- Decía la chica mientras lloraba. -- Mi profesor de literatura
dice; que si sigo así, perderé la asignatura. Y si algo así ocurriera, mi padre
me castigaría y me enviaría con mi abuela a su hacienda. Pero yo no quiero que
eso suceda, ya que no hay niños con quien jugar y sólo hay trabajadores que ni
reparan en lo más mínimo. Le tienen tanto miedo a mi abuela que se limitan a
saludarme. Además, mi abuela es muy estricta y no me da tanta libertad como mi
padre.
-- ¿Entonces eres mala con las
historias?-- Preguntó Harley analizando la situación.
-- Si, eso mismo dije. Por eso digo
que un tipo de persona como tú no me puede ayudar.
-- Me juzgas sin conocerme y sólo
por mi apariencia.
-- ¿Qué podría hacer un pobre
vagabundo?-- Preguntó la chica algo alterada.
-- Soñar.-- Se limitó a responder
Harley.
-- ¿Soñar? ¿Sólo eso?
-- ¿Qué sería un médico si no
soñara? Sólo sería un médico, o ¿Qué sería un músico si no soñara? Sólo sería
un músico. Soñar te hace crecer, crecer en un mundo imaginario. Que luchando
cada día por ese sueño, hará que ese mundo sea tu realidad.
La pequeña trató de comprender el
bello mensaje que emanaba de las palabras de Harley.
-- Prueba que me puedes ayudar -- A
pesar de las bellas palabras de Harley, la pequeña dudaba de que pudiera
ayudarle. Pero por lo menos ya no lo veía como un pobre vagabundo, sino como un
gran hombre. Que a pesar de lo triste que se encontraba por lo mal que le iban
las historias. Él logró que viera el
mundo desde otro punto de vista.
Harley tenía que convencer a la
pequeña de que la podía ayudar, y qué más prueba; que contarle una de sus
fantásticas historias.
<< hace mucho tiempo vivía un
joven triste e inconforme con su vida. Sus hermanos eran los cuatro elementos;
La madre tierra, era la dueña de todo lo que hiciera parte de la superficie
terrestre. El fuego, era dominante de las llamas, el calor y los gases. El
agua. Vivía en el océano y ordenaba a su ejército de nubes cuando llover, y por
último, el aire. Tenía la gran habilidad de volar alrededor del mundo,
acompañando a las aves en su recorrido. Sus hermanos eran útiles para mantener
un mundo estable. Él, sólo era otro del montón. Una vez, harto de las
humillaciones y represiones de sus hermanos, decidió viajar en busca de
su elemento. El cual usaría para ayudar al mundo, el cual era mucho trabajo para sus cuatro hermanos. Dio
la vuelta al mundo sin respuesta, hasta que en el último pueblo, de regreso a
casa. Conoció a una chica, pasaron momentos inolvidables. De manera que el
joven se enamoró. Luego de un tiempo, volvió a donde sus hermanos, a su hogar,
acompañado de la hermosa chica. Sus hermanos mofándose del resultado de la
búsqueda de su hermano, decían:
--¿Cómo piensas ayudarnos con eso
?-- Perdiste el tiempo en tu búsqueda.-- Eres patético.--
-- Ustedes hermanos, están
totalmente equivocados. Pues mi búsqueda fue exitosa, traje a casa, como
resultado de mi búsqueda, el amor. El elemento más fuerte sobre la faz de la
tierra, fomentando amor, acabaremos con las diferencias que tienen los humanos
y así, tendremos una mejor estabilidad en nuestro planeta. De este modo, el
amor generó el equilibrio que el mundo siempre debió tener >>.
La cara de la chica cambió
totalmente, su rostro era de asombro y fascinación. El cuento que le había
relatado el Sr. Harley había sido el mejor que había escuchado en su corta
vida.
-- me encanta. Hizo saber la
pequeña.
--Te ayudaré con una condición.
Propuso Harley.
--¿Cuál es, señor Harley?
Preguntaba la pequeña encantada de escuchar tal noticia.
-- Que mis historias te hagan
feliz.
Luego de que ambos se
comprometieran. Harley imaginaba cada vez
una historia para los trabajos de la chica en la escuela. El profesor la
felicitaba cada vez que leía uno de sus cuentos, y gracias a esto. No reprobó la
materia, no fue enviada donde su abuela por su padre y Harley era su amigo
incondicional. En cierta ocasión, La
pequeña fue sorprendida leyendo, la curiosidad se apoderó de su padre, al ver
tan excelente lectura. Propuso a Harley a ser publicado. Ya que el padre de la
pequeña tenía los contactos necesarios para hacerlo, y además, tenía como
costear los gastos que llevaría la publicación. La pequeña fue feliz y Harley
salió de las calles, aunque no olvidaba sus eternas caminadas por la ciudad, en
busca de receptores para sus cuentos. Aunque ya más personas lo leían
explorando los mundos de Harley, y ahora, el mundo imaginario de Harley, se
convirtió en su realidad.
“El aire que respiro, es el mismo que ustedes respiran. Las
escenas que yo veo, son las mismas que ustedes ven. Como vivo ahora, cualquiera
quisiera vivir igual que yo. Simplemente, porque disfrutan de mis historias. Y
yo de un mundo mejor”.
Excelente
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