lunes, 1 de abril de 2013

EL AMOR NO TIENE EDAD, NI TAMPOCO DIGNIDAD. Por: Luz Alexandra Montoya Restrepo


Quiero ser como la Duquesa Cayetana de Alba y, ¿por qué no? ¿Acaso, en qué somos diferentes? Ella es quien más títulos nobiliarios tiene en el planeta, pero yo también los tengo; puedo ser la Marquesa del Pacorá, o la Duquesa del Alto del Humo.
 Ella se casó con Alfonso Diez y yo me mudé con Fabio Díaz. Fue bautizada en el Palacio Real y yo en la iglesia de mi pueblo, mayor que su novio 27 años y yo, mayor que el mío, también por lo mismo. Sus padrinos  fueron el Rey Alfonso Trece y la Reina Victoria Eugenia, mis padrinos fueron dos diabéticos. Ella se casó tres veces, en cambio yo, ninguna. Al banquete de su primer matrimonio, con Luis Martínez de Irujo, en el Palacio de Dueñas asistieron dos mil quinientos invitados, cincuenta cocineros, veinte chefs, veinte jefes pasteleros y del coctel se encargó Perico Chicote. El generalísimo Franco no fue invitado al jardín de rosas, geranios, y jazmines en el salón iluminado por dos mil velas de cera de abeja.
La segunda alianza de Cayetana fue con un doctor en Teología, 11 años menor, con quien vivió “un amor sosegado que le hizo dizque alcanzar la felicidad absoluta.” Tana, como le dicen de cariño los allegados, Duquesita de Montoro, nacida en 1926, en Madrid, decía que, Jesús, su plebeyo ex jesuita, era un regalo del cielo. Y él contestaba:
-Me levanto con el alba y con la Alba-. Con él, la duquesa, firmó ante notario la separación de bienes, Fabio y yo también firmamos capitulaciones, pero no las registramos, lo hicimos para acabar los chismes en mi empresa, pues los empleados decían que él iba por mi dinero.
 Entrada en los 85, la duquesa se casó por tercera vez, tras la instalación de una válvula para solucionarle problemas de hidrocefalia e isquemia cerebral. Quizás por eso, camino al altar, inocente, tiraba al viento el yugo de flores, y sus acompañantes lo recogían, para reacomodárselo, y ella, tan campante, volvía a tirarlo…
 Cuentan los españoles, que al lado de su tercer consorte goza con el flamenco, los toros y la pintura juguetona de arlequines, yo también pinto… paredes, y paisajes y bailo danza árabe. Me parece cruel la tauromaquia; los toros me gustan pero asados.
La duquesa hizo, de nuevo, donación, mediante escritura a sus hijos, de su herencia personal e histórica, y Alfonso dejó constancia, que no aceptaría ningún privilegio nobiliario o económico al casarse y ni siquiera después de fallecer la duquesa.              
En 1947 se le calificaba a la duquesa de Alba como la segunda novia más apetecible de Europa, primero estaba la otra novia del siglo: la Princesa Isabel.
La Tana exhibe colecciones del arte Español en más de veinte palacios. La casa de Alba debido a herencias y matrimonios es la casa noble Europea con mayor cantidad de títulos. Posee una de las fortunas más grandes conformada por terrenos agrícolas, que superan las 34.000 hectáreas, cuenta con propiedades inmobiliarias, sociedades, participaciones bursátiles..., en su biblioteca de más de 34.000 libros, se destaca la Biblia de Alba de 1433 salvada de la Inquisición y la primera en ser traducida al castellano, además cuenta con 21 documentos a mano alzada de Cristóbal Colón. y pinturas de Tiziano, Rubens, Goya, El Greco, Rembrant.
 Fabio  leyó que varios alcaldes españoles con su dinero compran, a nombre de su pueblo, billetes de lotería, esperando ganarla para realizar una buena gestión municipal, pues con lo de la alianza económica europea, quedaron tan pobres que lo único que pueden hacer los alcaldes es  llorar…y llorar.
Existió otra Cayetana, la primera Duquesa de Alba, quien se encaprichó, primero, con el Duque de Solferino, pero debido a su muerte repentina, se casó con el papá del Duque: Conde de Fuentes o sea, quedó en la familia, y al morir el duque papá, se casó en 1778, con el Duque de Argos. La dinastía de los de Alba data desde 1472, por concesión de Enrique Cuarto de Sevilla y olé.
 A la otra Cayetana, la de Silva y Álvarez, la segunda en ostentar el ducado por derecho propio, musa de Goya, musa, que no moza; a sus doce años, su abuelo la casó con un primo, no tuvo descendencia y adoptó a una niña negra a quien llamó María de la Luz. La duquesa conocida como mecenas de Francisco de Goya, fue la mujer más controvertida de la época, debido a su hermosura, sensualidad y vida liberal. Aseguran que tuvo un romance con Goya quien la retrató en sus cuadros. El se sintió desengañado debido a su carácter caprichoso. Se cree que fue la modelo de la Maja Desnuda, otros lo niegan y dicen que fue una tal Pepita Tudó. Juran que la Alba salía en las noches disfrazada de maja para disfrutar de las diversiones vedadas a las señoras respetables, al sentirse muy atraída por toreros y por hombres de condición social inferior. Se cuenta que veleidosa y ostentosa, mantenía cierta rivalidad con la Reina María Luisa; ambas importaban vestidos exclusivos de París. En una ocasión, Cayetana plagió un diseño pensado para la Reina y vistió con la misma ropa a sus criadas, con el fin de ridiculizar a la Reina y lo logró. Murió a los 40 años y heredaron sus bienes libres, un hijo de Goya, María de la Luz y algunos de sus médicos y criados. Dicen unos que murió de fiebre, otros que la asesinó un tal Godoy azuzado por la reina María Luisa. En 1842 hubo que trasladar sus restos de la capilla de los de Alba al cementerio de San Isidro y se descubrió que tenía las piernas cortadas y le faltaba un pie.
 A la tercera duquesita, la roquera, la cortejaron príncipes y banqueros. Como a su antepasada, Picasso quiso pintarla desnuda, pero a ella le gustaban más los toreros; cuentan que vivió un romance con el sevillano Pepe Luis Vásquez, el mejor torero de capa, pero el Duque papá la pilló y les cortó la relación. Las tres Cayetanas, tenían el mismo cabello alborotado y dorado de león y las tres se casaron con la misma tiara de diamantes y perlas. Cayetana, la veinte veces grande, tuvo excentricidades que pudo permitirse gracias a su fortuna. Como ella afirma: “hizo de su vida lo que le vino en gana”, por eso se fue a Tailandia a pasar su tercera luna de miel. Señora que a sus 85 años se define como una mujer apasionada y con carácter, que no renuncia al amor y que asegura que: “en la vida hay que dejarse arrastrar por la pasión y ser feliz”.
 En las playas de Ibiza, exhibió sus carnes caídas, que se adivinaban a través de su bikini. Y en las playas de Formentera cambió su calzón mojado por uno seco, tapándose hasta la cintura sólo con una toallita de sus nietos, pues no quería pasear con el trasero húmedo. Su linaje le permite no arrodillarse ante el Papa, ¿cómo no iba a hacer lo que le viniera en gana? Si posee el record Guiness por tener más títulos que cualquier otro noble y hasta es pariente lejana de la reina Isabel II.
 Mi abuelo, José Restrepo y Franco, dueño de la Loma de Pozo, casó con una pollita 50 años menor que él. Y a ella el portero del hotel en San Andrés en donde pasaba su luna de miel, le dijo: “Niña aquí le dejo su abuelito las llaves.”
 La esposa del primer ministro de Irlanda del Norte fue infiel con uno de 18 años, 39 menor que ella, a quien le regaló un café bar, que el amante tuvo que devolverle al gobierno. Mi Fabio que no tenía casa ni trabajo, ahora siendo yo su talismán, tiene una casa pequeña, un perro, una moto, hace poco fiamos un carro y ahí me sigue llamando la misma boba para asegurarme que él se va a casar con ella en julio.
 Mi vecina le lleva unas ganas … y el otro día no reparó en preguntarme: “Usted, ¿es la mamá de Fabio?   Y he de vivir esta pasión, teniendo a Tanita por ejemplo y aún cuando él me diga:  “Mira amor cuando mi mamá nació, tú ya tenías ocho años.”


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